Secuencias de paisajes rodadas en un área de 60 km conforman mosaicos de lugares y ejes de referencia en un cambio constante y que no existen en nuestro entorno. En esta película los cuerpos no están ni cerca ni lejos. Pueden ser grandes o pequeños. Los horizontes cambian y ningún espacio es independiente del espectador. Sólo se incorpora la memoria, el paisaje se puede ver en una variedad de velocidades y movimientos que aplican una lógica a la visión