
Flatform está formado por un grupo de artistas que se encuentran en Milán y Berlín. Las películas de Flatform se han presentado en varios festivales de cine, los que se incluyen Quinzaine des Realisateurs de Cannes, ... [ × ]
BIO
×Flatform está formado por un grupo de artistas que se encuentran en Milán y Berlín. Las películas de Flatform se han presentado en varios festivales de cine, los que se incluyen Quinzaine des Realisateurs de Cannes, Venice Intl. Festival de Cine, IFFR en Rotterdam, BFI Film Festival en Londres, LOOP en Barcelona, Festival du Nouveau Cinema en Montreal, IFF en Melbourne, entre otros. Las obras de Flatform se han exhibido en muchos museos e instituciones como el Centro Pompidou de París, el Museo Hirshhorn en Washington DC, el Centro Wexner para las artes en Columbus, el Museo MAXXI en Roma, el Eye Filmmuseum en Amsterdam, Fondazione Sandretto Re Rebaudengo en Turín, MSU-Museum of Contemporary Art en Zagreb, Haus der Kulturen der Welt en Berlín, Yerba Buena Center for the Arts en San Francisco, Museu da Imagem e do Som en San Paolo. Premios otorgados: Go Shorts en Nijmegen 2020 y 2016; Festival de Cine de Lago 2010 en Lago; 25FPS 2009 en Zagreb; Festival de Pantalla 2008 en Oslo.
Flatform. Un tiempo de los tiempos.
Siempre hablamos de tiempo: en cuanto el movimiento está implicado o la cámara empieza a grabar, todo se vuelve una cuestión de tiempo y de luz. De ... [ × ]
TEXTO CURATORIAL
×Flatform. Un tiempo de los tiempos.
Siempre hablamos de tiempo: en cuanto el movimiento está implicado o la cámara empieza a grabar, todo se vuelve una cuestión de tiempo y de luz. De momento. De un momento en que de pronto tenemos la ilusión de percibir físicamente el tiempo, que ha sido desplazado de su línea, para repetirse plegado sobre sí mismo una y otra vez ante los ojos de quien mire.
La mirada es otra cuestión que no se puede evitar, y las piezas de Flatform nos hacen mirar con mucha atención, una atención que hasta no hace mucho no era en absoluto parte del paradigma. La mirada en este caso es a la vez ambiciosa y cuidadosa.
Con lo que parece sencillez sin serlo, en las piezas de Flatform descubrimos cosas que no esperábamos, ya que resulta que no estamos mirando lo que hay, o más exactamente, nos damos cuenta de que lo que hay no solo es muchas más cosas de lo que nos parece, sino que además guarda delicadas relaciones con la memoria. Y esto es una de las cosas más importantes a las que este programa nos acerca: la memoria es inmensa y colectiva. El tiempo del árbol, de la persona, el de la lluvia, el de la casa, el tiempo del viento y del mar, de las farolas, el tiempo de la luz. El tiempo pasa por todo y todxs de formas distintas y extrañas, muy difíciles de comprender, lo cual resulta estimulante.
Las imágenes de Flatform tienen una poesía que nace en el interés constante en prestar atención a estos otros tiempos que intersectan al fin nuestras vidas, y en darles cabida o forma visible en la ilusión maravillosa que es la imagen en movimiento. El protagonismo se comparte y distribuye de manera equitativa, de forma que se torna espacial, colectivo, multitemporal, desapareciendo el espectador humano un poco, aunque no del todo.
En Storia di un albero el protagonismo recae sobre un inmenso roble de Valonia, un organismo no-humano cuya existencia se prolonga durante siglos, cuyo cuerpo, ramificado hasta formar una frondosa copa, crece y se desarrolla sin descanso ante inclemencias y eventos que transforma, deshaciéndose con menor rapidez que el resto de nosotrxs. Flatform construye la pieza alrededor de su enorme protagonista, recorriendo sus ramas, habitadas por búhos y otras especies, como una forma de acercarnos a una vida increíble, empleando como recurso una serie de voces humanas y no-humanas, que nos hablan en diferentes lenguas de diferentes situaciones, como si emanaran del árbol que en algún momento del tiempo las absorbió.
Reconociendo el protagonismo de seres y elementos no-humanos, el colectivo italiano nos sitúa en una posición en la que nuestra forma de entendimiento, nuestra mirada, no son más que percepciones particulares, que nos pueden acercar solo pobremente a todo lo que se nos escapa, y se nos escapan muchas cosas. Este programa nos ayuda a entenderlo con piezas como Quello che verrà è solo una promessa, Movimenti di un tempo impossibile o Non si può nulla contro il vento.
El hecho de que se emplee cierta fantasía, abrazándola y potenciándola a través de las posibilidades del medio audiovisual, genera, de alguna manera, un ambiente de ficción que facilita la identificación y la ternura hacia aquello que decíamos que nos rehuye normalmente y que existe entre los tiempos, las memorias y las miradas, de quienes convivimos en la tierra, entre nuestras rutinas (57.600 secondi di notte e luce invisibili) y nuestros refugios (Quantum).
Es evidente que el paradigma está cambiando, y que el animal humano ya no está en el centro, o que ya todo apunta a que la idea de un centro es como mínimo cuestionable, obteniendo el rizoma y la red un nuevo protagonismo. Sin romanticismos ni grandes discursos, Flatform nos muestra a través de las piezas que configuran este foco, que solo mirar de otra manera es ya una forma de pensar en un tiempo donde todos los tiempos importan.
Noa Castro Lema